El principio de pareto, conocido también como la regla del 80-20, se basa en un fenómeno estadístico por el cual en cualquier población que contribuye a un efecto común, es una proporción pequeña la que contribuye a la mayor parte del efecto. Establece que, de forma general y para un amplio número de fenómenos, el 80% de las consecuencias proviene del 20% de las causas.
Este principio se aplica en muchos aspectos de nuestra vida y, cómo no, yo he venido a hablar de cómo lo aplico a las oposiciones.
LA DISTRIBUCIÓN DEL TIEMPO: tienes que repartir el tiempo de manera que puedas conseguir el 80% de los resultados con el 20% de tu tiempo.
¿Qué quiere decir esto? que si el día tiene 24 horas, puedo conseguir el 80% de mis resultados en 4,8 horas (resultado de hacer el 20 por ciento a 24).
La curiosidad de este principio es que FUNCIONA, al menos a mi. En la oposición hay días que estudias más y días que estudias menos, pero si algo me ha enseñado la experiencia es que es mejor ser eficiente que pasarte 8 horas sentado y hacer lo mismo que si hubieras estado sentado 4 o 5 horas.
La mente es un músculo igual que cualquier otro. ¿Qué pasaría si fueras al gimnasio y estuvieras 9 horas entrenándolo? Pues que al día siguiente no te podrías mover con las agujetas. Si estás 9 horas estudiando, al día siguiente dudo que puedas memorizar algo. Te dolerá la cabeza, tendrás mareos y fatiga. Puedes estudiar 9 horas al día durante una semana, pero lo cierto es que no serán eficientes, y más aún si se trata de una oposición, que es una tarea a largo plazo.
Y vosotros ¿preferís estudiar con eficiencia o sin ella?