Opositar es durísimo.
Es levantarte cada día a luchar por algo que no sabes si se cumplirá.
Es incertidumbre.
Es estar llena de miedos y aún así seguir.
Es sentir que tienes tu vida pausada mientras avanza la de los demás.
Es no tener dinero a pesar de levantarte a trabajar cada día.
Es constancia.
Es trabajo.
Es agotamiento físico y mental.
Es, en resumidas cuentas, apostarlo todo.
Pero opositar no es sacrificar momentos ni tampoco personas.
No es decir que no a esa amiga que llevas tiempo sin ver.
Ni rechazar ese plan que tanta ilusión te hace.
No es aislarte del mundo y no tener tiempo libre.
No es estudiar sin descanso y mucho menos sacrificar tu salud.
Opositar son muchas cosas. Pero al menos para mí no es privarme de vivir.
Cada cual que lo entienda a su manera 💫